estación de tren
rieles oxidados
otro mundo
distinto al mío
y al de muchos
del otro lado del puente
el viento sopla de otra manera
los pibes juegan a la pelota en la calle
el sol te revienta en la piel
y el diario no llega hasta el otro día
del otro lado
paredes de árboles
incesantes
eternos
descarnados, algunos
por el azar del invierno
otros
se imponen
a la naturaleza misma
estoy descalza
en una casa que no conozco
al lado mío
dos perros
uno más chiquito que el otro
allá
agua que desborda
(no sabemos por qué)
las flores precisas
el tiempo sin horas
la tv apagada
las palabras volando entre
las dos lunas
tatuadas
entre su cuerpo, y el mío.
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lunes, diciembre 12
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