después

y después?
el pucho sobre las sábanas
pieles relajadas
algunos temblores corporales
y un taxi que te lleva
al otro lado del puente

o si no
después de una charla
la escalera que sube
una terraza abandonada
una noche de verano
y un llamado que nunca llega
y tu cuerpo lastimado
por el tiempo incoloro

y las palabras rojas
esfumadas entre los adoquines
mientras tu voz resuena
serena
esperando la respuesta

y después?
la nada,
como suele suceder cuando las cosas
están vacías

un beso
y una despedida eterna
infinita
que no espera más
que el mismo tiempo
que acomoda las cosas
que simplifica

una construcción interior

un mueble viejo y refinado
un diario íntimo con un sólo nombre
y las sonrisas
y los sueños

y el pecado original
de no pertener a nadie

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