miércoles, noviembre 10

ocaso

el ocaso mismo de un desvestir
sublime
único
preciso
el propio espejo
y el alma presente
temores despojados
piel desparramada
y una llave
que abre cualquier otro destino

escribo con la luna menguante
y el silbido mismo de la noche
las ramas quietas
el aroma a velas
y la orilla del mar
casi
casi
rozando mis tobillos