martes, septiembre 7

camino a ezeiza

rieles oxidados
árboles de un invierno frío
y una pileta cubierta de agua de lluvia.
ventanas, muchas, casi todas cerradas,
y un cielo plenamente celeste de domingo de fin de agosto
"en búsqueda de lo profundo" versa sobre un paredón
un vagón despiadado por el tiempo y su vejez olvidada
"al pedo te vas a quedar ahí, encerrada", le dice la nieta a su abuela por teléfono.
nos hacemos eco de sus palabras.
monasterio de dudas
y la claridad perfecta del miedo por lo que vendrá
gotas derramando sobre el empedrado de las vias
y un viejito cargado de arrugas incesantes en su moreno rostro.
"Duhalde zarpado en asesino" dice otra pared, con letras en rojo.
un partidito de fútbol y el rayo clavado en el arco visitante.
al lado mío, números de sudoku
atrás, los amigos que se fueron antes de la iglesia,
y vendiendo, un señor hace rebotar la canción
"la gallina turuleca" (que parece q está loca de verdad)
y allá, en la esquina de los hilos, un humo de asado salvando el mediodía.
fin del viaje
a la noche me espera una canción de tango