yemas ardientes
desbordes
casualidades
instántaneas
puertas abiertas
sacudones al aire, libres.
luces universales
agua, mucha agua
permanentes candados
fachada impredecible
en éste mundo
de sonrisas falsas.
y tu desorden
y mi desborde
paraísos terrenales deshabitados
y la presencia mágica
de la duda
que arde,
empalaga,
enamora,
escupe
como el tiempo sublime de las cosas