viernes, mayo 22

noches blandas
como de carmesí
asomada a tu espacio
un gran fantasma
se asemeja al tuyo
también...
latente
inevitable
como un socorro silencioso
como una daga clavada en el tiempo
con letras
y palabras cortas
un vamos
y un después

el reloj pasa
lentamente
las hojas de los árboles
asustan
tiemblan
en el roce mismo
de las caricias

y luego
un pasar
una línea
divisoria

un canal encendido
una luz tenúe
tus ojos
mi ceguera
la impudica manera de decir las cosas
la lejanía
y allá
mi techo de yapa
y de chapa