miércoles, junio 4

sabores

una copa con gancia, como en mi adolescencia
y los domingos de picadita en casa
con el Lelu hablandomé de su buenos aires.
de su amada ciudad
de potreros
de café corto oscuro
de barrio propio
de humildad, de amor, de pasión
de once unidos, después.
este gusto en mi boca remonta mi escasa memoria a aquellos tiempos
disfrutables, vividos, tan intensamente...
como cada rato
y aqui, en ésta nostálgica noche
cocino algo rico para saborear por un instante
esa gracia
de mear en los árboles apenas salías de casa
con esa costumbre rara de leer Clarín de atrás para adelante
como ahora lo hago yo.
de su sonrisa inevitable
de sus caminatas, de sus pasos lentos y suaves
como los pájaros
Inquebrantable en su pensamiento y tozudez.
y su odio a la palabra "obvio" y a la marcha peronista
te extraño tanto...tanto.
q hoy disfruto cuando te veo, te siento, te huelo
con esas manos de pintor de raza
esos dedos amarillos de tanto fumar...
y cuando eran las ocho y tu frente de cuatro rayas exactas se asomaba
por la cocina, con algo de salame para picar, antes de que la lela nos cocinara.
y esa sonrisa, q nos saludaba cada noche antes de dormir.
esa que me hace reir a mi, de la nada misma
de ésta nada misma que hace que te recuerde
a través de un sabor
de una pared pintada
de un consejo
y de esa mirada que cuida de mí
en ésta ciudad que te cobijo y a la cual nunca pudiste volver.
nuestra buenos aires querida.