miércoles, enero 30

en la orilla de la noche

dos de la mañana.
la avenida vacía.
ni siquiera se escucha el sonido de las ramas.
estoy parada en la esquina de siempre.
sin dudas, no tengo miedo.
quiero caminar la noche, recorrerla, saciarla.
y encontrarme con el silencio de los rostros ajenos.
espero el colectivo, línea 95. No viene. Me siento en los ventanales de un kiosco a leer Murakami.
Y me pierdo. Tanto, q llegué a casa una hora y media después.
no sé q pasó en ese lapso de tiempo...
creo q me perdí con los gatos y los cuervos.